Cuando vemos noticias sobre violencia de género: asesinatos, abusos sexuales, violaciones, secuestros... como padres (sobre todo de hijas adolescentes) nos preocupamos mucho y el miedo se apodera de nosotros, y por tanto, de nuestros hijos e hijas, ya que sin querer acabamos transmitiéndoles nuestras inquietudes. A propósito de esto, dice César Bona (finalista en el Teacher Global Prize) en su libro "La emoción de aprender" que no hay otra solución (preventiva) más que la educación, la educación y la educación. Y es que solo si educamos a nuestros hijos igual que a nuestras hijas, solo si ponemos límites en el mal uso de la tecnología (como explica Marc Masip en este artículo), solo si en la escuela y en casa somos un ejemplo, podremos conseguir el respeto que mujeres y hombres merecen.
LO MÁS IMPORTANTE EN LO QUE PODEMOS EDUCAR ES EL RESPETO
No diré que ya es tarde en Secundaria, pero hemos de trabajar la igualdad desde Infantil: desde Infantil hasta la universidad, ¿a alguien le cabe alguna duda? Educar en igualdad debe formar parte de la formación integral de niños y niñas en el sistema educativo. Pero no podemos centrarnos solo en hablar de luchar contra el abuso o la violencia ejercidos a mujeres. Si no, nos estaremos saltando la primera parte, que es enseñar a respetar, a convivir. Sería entonces correctivo y no preventivo, y la educación debe prevenir antes que nada.
Los alumnos y las alumnas necesitan TIEMPOS en los centros educativos para reflexionar y debatir sobre emociones, deseos, para revisar las imágenes estereotipadas de lo que debe ser el amor, las relaciones o el valor que tiene cada persona en sí misma, porque podemos conseguir que sean bilingües, trilingües, o que usen su competencia matemática de una manera asombrosa, pero no podemos olvidar que lo más importante que les podemos enseñar es el respeto.
Todo, todo empieza en la educación, y la educación empieza en cada uno de nosotros (no solo en la familia, no solo en la escuela). Así que aunque a veces no nos demos cuenta, con una palabra, con un gesto también estamos educando.
Cuán importante es enseñar desde pequeños, en casa y en la escuela, que nadie pertenece a nadie, que muchas cosas que vemos como normales, no son normales.
Fragmento extraído de La emoción de aprender (Plaza & Janés)
LO MÁS IMPORTANTE EN LO QUE PODEMOS EDUCAR ES EL RESPETO
No diré que ya es tarde en Secundaria, pero hemos de trabajar la igualdad desde Infantil: desde Infantil hasta la universidad, ¿a alguien le cabe alguna duda? Educar en igualdad debe formar parte de la formación integral de niños y niñas en el sistema educativo. Pero no podemos centrarnos solo en hablar de luchar contra el abuso o la violencia ejercidos a mujeres. Si no, nos estaremos saltando la primera parte, que es enseñar a respetar, a convivir. Sería entonces correctivo y no preventivo, y la educación debe prevenir antes que nada.
Los alumnos y las alumnas necesitan TIEMPOS en los centros educativos para reflexionar y debatir sobre emociones, deseos, para revisar las imágenes estereotipadas de lo que debe ser el amor, las relaciones o el valor que tiene cada persona en sí misma, porque podemos conseguir que sean bilingües, trilingües, o que usen su competencia matemática de una manera asombrosa, pero no podemos olvidar que lo más importante que les podemos enseñar es el respeto.
Todo, todo empieza en la educación, y la educación empieza en cada uno de nosotros (no solo en la familia, no solo en la escuela). Así que aunque a veces no nos demos cuenta, con una palabra, con un gesto también estamos educando.
Cuán importante es enseñar desde pequeños, en casa y en la escuela, que nadie pertenece a nadie, que muchas cosas que vemos como normales, no son normales.
Fragmento extraído de La emoción de aprender (Plaza & Janés)
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